Con el comienzo del otoño también arranca la temporada de la vendimia, una buena excusa para viajar dejándose guiar por los sentidos, disfrutar de los singulares paisajes de las zonas vitivinícolas y descubrir qué hay detrás de la elaboración de los vinos más famosos de Europa. La experiencia sensorial del enoturismo se completa, en la mayoría de los casos, con visitas culturales, rutas de senderismo y otras propuestas que suelen organizarse en torno a las bodegas. Aquí van diez propuestas muy tentadoras.