Caminar, hincar la rodilla o señalar extendiendo el índice no parecen de antemano grandes hitos, aunque todo cambia si el protagonista es un robot de 18 metros de altura y 25 toneladas de peso. Lo que hasta ahora era territorio exclusivo de la imaginación se ha hecho realidad en la ciudad japonesa de Yokohama. Allí se ha inaugurado esta semana la primera reproducción móvil y a escala de los androides de una conocida serie de televisión nacional.