Desde 2017, Yemen ha sufrido el brote de cólera más grande y de más rápida propagación de la historia moderna. Al inicio, se emitían reportes diarios que informaban sobre el surgimiento de miles de nuevos casos, más de la mitad de los cuales afectaban a niños. Yemen, además, no estaba solo: ese año, más de 1,2 millones de personas contrajeron cólera en 34 países, y 5.654 murieron. Debido a que esta enfermedad es prevenible y tratable, esto nunca debería haber ocurrido. Afortunadamente, hay razones para esperar que esto no vuelva a suceder.