Como consecuencia de la polarización, estamos perdiendo el paladar para las cosas que nos afectan, incluso para las cosas en las que nos jugamos cosas trascendentes en nuestro propio futuro
Como consecuencia de la polarización, estamos perdiendo el paladar para las cosas que nos afectan, incluso para las cosas en las que nos jugamos cosas trascendentes en nuestro propio futuro