Desde enero a primeros de octubre, la península antártica ha sufrido cuatro olas de calor. La primera de ellas, en febrero pasado, tuvo lugar cuando la autora de este blog llegaba al continente con la XXXIII Campaña Antártica Española, como ya conté entonces, pero es que después ha habido otras tres olas más: una en el verano austral y dos más durante el invierno que ahora está terminando. La última, entre el 9 y el 11 de julio. Los datos, recogidos en la Isla Rey Jorge y analizados por los investigadores de la Universidad de Chile, revelan que está siendo el año más caluroso en esta zona del inmenso continente de hielo desde hace tres décadas y ello no augura nada bueno.