Josep Puigvert fue una de las promesas de la generación del 85 en el RCD Espanyol de Barcelona. Como Jonathan Soriano, que sería tres veces pichichi de la Bundesliga austríaca y máximo goleador de LaLiga SmartBank en 2011, o Javi Chica, subcampeón de la Europa League en la final de Glasgow del 2007, soñó que un día tendría una oportunidad en el fútbol profesional. Y aunque ese momento llegó hace ya trece años, el debut fue muy distinto al que podía intuir cuando vestía la camiseta blanquiazul. En vez de dar pases, se dedicó a dibujarlos. En vez de estar delante de las cámaras, se colocó detrás. A él, que siempre había sido mediocentro, le tocó adaptarse a una posición nueva en la que se ha forjado una trayectoria que va camino de superar en longevidad a la de cualquiera de sus antiguos compañeros: operador de grafismos en las retransmisiones televisivas. Un arte que se supera cada temporada para contribuir a que los encuentros de LaLiga aparezcan como superproducciones televisivas, con sorprendentes novedades que van desde la aparición de gráficos con realidad aumentada sobre la imagen del campo a la inclusión de registros en tiempo real sobre el rendimiento de los equipos y los futbolistas.