La pobreza infantil es uno de los fracasos más crueles e injustos de nuestras sociedades contemporáneas. La experiencia de privación extrema durante los años críticos del crecimiento determina las posibilidades vitales de un ser humano más que ningún otro factor. En esta lotería del código postal, la posibilidad de nacer en el lugar equivocado es el equivalente a una condena de por vida a la vulnerabilidad y la pobreza.