La pandemia está despertando emociones complicadas como la indignación o el hastío. Sin embargo, como todos los momentos difíciles, la covid-19 brinda también una oportunidad magnífica para entrenar nuestras fortalezas del carácter, aquellas que nos ayudan a sacar lo mejor de nosotros mismos y a contemplar las dificultades de un modo más amable y sereno.