Desde que Marie Kondo apareciera en nuestras vidas, el orden y la estética en casa se han convertido más en una obsesión que en una necesidad. Y esta vez no es malo: el orden nos sienta muy bien y es absolutamente imprescindible en estos meses en los que estamos pasando tanto tiempo en casa. Si el caos puede estimular la creatividad de algunas personas, el orden, en contraposición, nos ayuda a relajarnos y aumenta nuestra sensación de armonía. Exacto: un imprescindible en los días que vivimos.