Rodeados de plantas y de objetos queridos, el joyero Andrés Gallardo y su marido, Juan Carlos Vivas, han hecho realidad esa quimera —y en los últimos meses, obligación— de llevar una vida de barrio en el centro de Madrid.
Rodeados de plantas y de objetos queridos, el joyero Andrés Gallardo y su marido, Juan Carlos Vivas, han hecho realidad esa quimera —y en los últimos meses, obligación— de llevar una vida de barrio en el centro de Madrid.