Los seres humanos estamos acostumbrados a ponerle valor a todo. Constantemente, modificamos, alteramos y tomamos decisiones sobre nuestras vidas en función del precio de las cosas. Por esa razón, estamos muy acostumbrados a hablar del valor de las cosas. Lo barato o caro que nos cuesta un billete de avión, la rebaja que logramos en el precio de la vivienda, el precio de un máster o de un curso de inglés. También las promociones y descuentos, somos adictos a los descuentos. El precio es una palanca de decisión fundamental en nuestras vidas, hacemos o dejamos de hacer cosas en función de lo que cuestan.