Hace 10.000 años, grupos de personas ascendieron por las montañas de los Alpes para buscar cristal de roca con el que fabricar herramientas. El deshielo de los glaciares alpinos provocado por el cambio climático está dejando a la luz objetos que arrojan una valiosa información sobre los hombres y mujeres que habitaron la zona en el pasado. El principal, según Marcel Cornelissen, jefe de una expedición arqueológica realizada a principios de septiembre en el borde del glaciar Brunnifirn (cantón de Uri, Suiza) es que, contrariamente a lo que se pensaba, “las personas del Mesolítico no tenían miedo a las montañas”.