Nuestros hábitos para reunirnos con nuestras personas queridas han cambiado, pero no las historias que nos unen con ellas. Disfrutar de la buena compañía en torno a una mesa y enlazar una conversación tras otra sigue siendo uno de los grandes placeres de la vida, y más ahora que se acerca una temporada de fiestas y reuniones en la que nos reencontramos con nuestros familiares y amigos. En esta ocasión, además, se imponen los encuentros caseros y en compañía reducida, perfectos para crear un ambiente especial de intimidad y confidencias en torno a la mesa.