La salud pública se encomienda a unas instrucciones que se van a ir debilitando en los próximos días y a una enternecedora e ineficaz invocación general de no bajar la guardia
La salud pública se encomienda a unas instrucciones que se van a ir debilitando en los próximos días y a una enternecedora e ineficaz invocación general de no bajar la guardia