El móvil va con nosotros a todas partes. Es un accesorio que se ha convertido en un imprescindible y desde el que accedemos no solo a hacer llamadas o enviar mensajes sino también a realizar pagos, editar imágenes, hacer grabaciones, ver series o escuchar nuestra música preferida. Sin embargo, este trasiego también puede provocar algún percance no deseado, como las tan temidas caídas y sus consecuencias fatales: desde pantallas partidas, esquinas agrietadas o, directamente, aparatos que empiezan a funcionar mal o se apagan sin previo aviso. Por eso, desde EL PAÍS Escaparate hemos encontrado una solución (casi) perfecta para evitar estos sustos: un soporte adhesivo que se coloca en la parte trasera del móvil y nos facilita su agarre sobremanera.