Las tabletas continúan siendo un dispositivo querido y demandado por el gran público, en especial porque resultan muy cómodas a la hora de consultar el correo electrónico, la actualidad informativa, consumir contenidos multimedia… ¿Y si fuéramos un paso más allá y las convertimos en ordenadores portátiles para redactar documentos, completar tareas o responder mensajes de forma cómoda?