Dice sor Josefa que junto a la placa que señala el comedor social de las Hijas de la Caridad como uno de los más antiguos de Madrid habrá que colocar otra al lado pronto para dejar constancia del esfuerzo extraordinario de los últimos meses, a la altura de esos pucheros que se empezaron a repartir en 1916 en Chamberí, entonces un precario arrabal de la capital. “Hemos llegado a dar de comer a 600 personas por día. Familias, adultos, gente que dejó de venir tras superar la crisis de 2010 y ahora ha vuelto… Habría sido imposible sin los vecinos del barrio que se ofrecieron a venir a echar una mano. Esta pandemia también ha despertado nuestro lado más humano”, cuenta la directora, de 62 años, de un centro que se abastece gracias al trabajo de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que estima pasar de 145 millones de kilos de alimentos repartidos en 2019 a casi 200 millones. Un objetivo que prevé alcanzar de la mano de nuevos aliados: LaLiga y sus ídolos que mueven pasiones en todo el planeta.