Empiezo a pensar, querido Michael, que se te está yendo la mano con las casualidades. Miro por la ventana y desde la habitación del hotel solo veo la playa de la Caleta, aquí en tu Cádiz querido. No es mal lugar para escribirte.
Empiezo a pensar, querido Michael, que se te está yendo la mano con las casualidades. Miro por la ventana y desde la habitación del hotel solo veo la playa de la Caleta, aquí en tu Cádiz querido. No es mal lugar para escribirte.