Esto no es un análisis de la última obra de CD Projekt RED. Ni en mis peores pesadillas me hubiera imaginado incluir en una opinión escrita sobre Cyberpunk 2077 las palabras “fracaso”, “indigno”, “caos” o “tomadura de pelo”, pero son las mejores que se me ocurren para definir lo que está sucediendo desde el día 10 de diciembre. Solo en un año como 2020 se podía malograr el lanzamiento de uno de los juegos más deseados por la comunidad, y darnos como resultado una obra indigna tecnológicamente, con un acabado nefasto en consolas, una cantidad de errores que hacen totalmente imposible jugar y disfrutar de lo nuevo de CD Projekt RED, creadores de la saga de videojuegos The Witcher y queridos por la comunidad, cotizados por el mercado y, ahora, padres de uno de los más sonados fracasos.