Llegó sin hacer ruido y se ha convertido en uno de los videojuegos más recomendables, ingeniosos y placenteros de 2020. Sin pretensiones, sin querer engañar a nadie con su propuesta y dejando la innovación a un lado sin perder esencia por el camino, Immortals Fenyx Rising es el resultado de combinar The Legend of Zelda: Breath of the Wild junto a Assassin’s Creed Odyssey. Y no pasa nada, porque todo lo que plantea lo ejecuta como debe; porque construye un universo de mundo abierto finito, alcanzable, con verticalidad, acción, puzles y sentido del humor. La nueva propuesta de Ubisoft es color entre tanto claroscuro, es luz entre tanta solemnidad. El último miembro del tridente compuesto por Watch Dogs Legion y Assassin’s Creed Valhalla se ha ganado la recomendación absoluta para cualquier amante del medio.