El año de la pandemia habrá sido el de los récords para el euríbor. Si el índice al que se referencia la aplastante mayoría de las hipotecas a tipos de interés variable en España cerró enero en -0,253%, este mes —a falta de los datos correspondientes a los últimos tres días de 2020— le vemos descender hasta -0,496%, su quinto mínimo histórico consecutivo, y más de 2,3 décimas de punto por debajo del valor que ostentaba hace un año, lo que abarata los préstamos que tengan su revisión anual ahora. En el medio, una subida empinada en los primeros compases de la pandemia y, posteriormente, una larga caída en picado. Los expertos prevén ahora una estabilización y un ascenso del euríbor —y, con ello, un encarecimiento de las hipotecas— en la medida en que mejoren las perspectivas económicas. Pero los hipotecados no deberían preocuparse en exceso: la remontada del índice hacia valores positivos será muy paulatina, según coinciden todas las fuentes consultadas.