Piense en un plan para después del trabajo. Quizá decida tomarse una cerveza con algún amigo, hacer deporte o ir al cine. Lo que parece probable es que entre todas las opciones no estará visitar una galería de arte. Un plan “chic” y habitual en capitales como Londres y Nueva York, asegura Enrique del Río, que no es común en España. “Esos ambientes, por ejemplo en Madrid, no existen. Ya no hablo de comprar obras, sino de por qué la gente joven no se acerca al arte y que eso dé lugar a nuevos públicos”. Para lograr ese cometido, tras hablar con muchos coleccionistas, concluyó que hacía falta trabajar en una triple dirección: la formación, el asesoramiento y la oferta. Y esos son precisamente los tres pilares sobre los que él y Amaia de Meñaka, ambos con 36 años y amigos desde hace tiempo, han levantado We Collect, el primer club de coleccionistas del país.