Recuerdo mi primera visita al recinto ferial de Biocultura Barcelona, en el lejano 2013. Más allá del interés del contenido que se ofrecía —a través de puestos, talleres y también conferencias— me encantó el ambiente que se vivía porque era completamente alternativo. Un mucho de todo eso se va a ofrecer este año no solo a los residentes en Barcelona o de otras ciudades españolas que acogían tradicionalmente el evento también, sino que este año el “recinto” está abierto a toda la comunidad hispanoparlante se encuentre donde se encuentre del ancho mundo. La pandemia ha cerrado puertas y oportunidades, pero está abriendo otras posibilidades muy interesantes a explorar. Vivo en Francia y, aun así, voy a poder visitar de nuevo BioculturaON sea cual sea la situación sanitaria por el hecho de convertirse en un evento online. Qué suerte la mía.