Llegué a El Escorial con mis dos libros debajo del brazo con tanta curiosidad como emoción contenida. Cuando el padre agustino José Luis del Valle director de la Biblioteca del Monasterio entreabrió la caja que protegía el códice Arte Cisoria contuve la respiración algunos segundos. Para mi sorpresa, la encuadernación, en cuero azul oscuro, barroca, con un escudo en oro, no guardaba relación con el contenido, muy anterior, claramente renacentista.