En 2016, Miquel Barceló pintó sobre las vidrieras de la Biblioteca Nacional de Francia, en París. Sus criaturas terrestres y marinas de arcilla y tierra fueron expuestas entre marzo y agosto. Luego las borró. La revista Matador conmemora con un número especial su 25º aniversario, y lo hace con un cuaderno de artista que recoge aquella experiencia radical y sublime.