Perder peso, aprender inglés y hacer ejercicio se encuentran, de manera recurrente, entre los bienintencionados propósitos con los que solemos dar la bienvenida al año nuevo. Y, sin embargo, solo un 8 % de las personas lograrán sus objetivos, según un estudio de 2018 de la universidad de Scranton (Pensilvania, EE UU). Los datos siguen colocando a España en una posición incómoda en cuanto al nivel de inglés de sus ciudadanos: ocupa la 34ª posición a nivel global (de 100 países participantes), y solo la 26ª (de 34) en Europa, de acuerdo con el Informe EF EPI 2020, pero con motivos para ser optimistas, ya que la mejoría es lenta pero constante. Ya sea para encontrar un mejor trabajo, promocionar en el que tenemos, conseguir un sueldo más alto o acceder a oportunidades laborales en el extranjero, disponer de un nivel de inglés aceptable es ya una condición irrenunciable.