En una inusual mañana soleada de octubre, el fuego prende los trozos de leña avivando la hoguera. La cafetera humeante sobre los troncos avisa de que el café está listo, impregnando el bosque de un olor a hogar. Parece que estuviéramos a cientos de kilómetros de Estocolmo, pero apenas nos separan 20 minutos del centro de una ciudad donde la naturaleza exuberante está a la puerta de casa. Prepara el café Niklas Ekstedt, uno de los chefs más famosos de Suecia, referente de la gastronomía nórdica de vanguardia, asiduo a los platós de televisión y pionero de la cocina molecular. Tras un retiro con su hijo en una cabaña en el bosque, sin electricidad ni gas, Ekstedt vio la luz (literalmente) en el fuego que durante esos meses fue su único aliado para cocinar. A partir de esa experiencia se sumergió en una búsqueda de técnicas de cocina ancestrales en libros antiguos que acabó convirtiendo el fuego en el eje de su universo gastronómico.