A semejanza de su casa madre en Barcelona, la actividad del restaurante japonés Pilar Akaneya gira en torno a las barbacoas encastradas en sus mesas sobre estructuras de ladrillo y hormigón. Un sistema que recuerda al yakiniku coreano/japonés, con potente extracción de humos, a pesar de que ambos métodos no guardan relación entre sí. Se trata del sumibiyaki, parrillas al ras de los tableros en las que los comensales asan a su antojo carnes de buey wagyu de categoría superior (A5) sobre brasas que se renuevan a la vista como parte del ceremonial. A sus dos menús —Akaneya e Hyōgo— de precios más asequibles se suma el principal, denominado Sansekai (previo encargo), con el que la casa asume compromisos de excelencia en torno a las carnes de Kobe y el crown melon, todo un mito en Japón. Menú no exento de poesía y respeto a la naturaleza a la que se alude con dos elementos singulares, el kishu binchotan, carbón blanco de encina envejecido, y el agua kangen con hidrógeno activo. Detalles que se destacan en una carta que presume de ser uno de los pocos restaurantes en España donde se sirve auténtico kobe beef.