Todo el mundo podría citar una banda de rock, incluso varias, pero seguramente muy pocos una formada al completo por mujeres. Un grupo entendido al modo clásico: cantante, guitarra, bajo y batería. Es decir, la banda de toda la vida. El tipo de formación que los Beatles pusieron de moda en el planeta a raíz de su triunfo en los primeros años sesenta. Una banda —o el también conocido trío sin uno de los instrumentos—, pero sin hombres. Solo chicas. Ningún chico. Cuesta bastante esfuerzo sacar el nombre de una. Más aún pensando en España. Siempre ha costado porque los grupos femeninos al completo, a diferencia de los masculinos, han sido minoría en la historia hasta el punto de que en la música española se ven como verdaderas rara avis tras medio siglo de pop.