Me enteré recientemente de que la comunidad productora y defensora de la alimentación a base de plantas ha lanzado una petición en línea para, en sus propias palabras, “detener la censura a los lácteos vegetales”. ¿Lácteos vegetales es un oxímoron imposible de aceptar o un neologismo al que dar la bienvenida? He aquí el quid de la cuestión.