El nombre puede no decirles nada, pero Barca nostra, título de una de las instalaciones expuestas en la última Bienal de Venecia, que cerró sus puertas en noviembre de 2019, fue uno de los más pronunciados en la selecta cita cultural, ya fuera con admiración, estupor o indignación. La pieza, contribución del artista suizo Christoph Büchel a la exposición, es el imponente cascarón de un barco que naufragó con más de 800 inmigrantes a bordo entre las costas de Libia y la isla de Lampedusa en la madrugada del 18 de abril de 2015. Solo 28 pasajeros salvaron la vida.