Según una estimación de la Organización Mundial de la Salud, pasamos de media el 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, ya sean oficinas, lugares de ocio o nuestra propia casa. Sumado a ese dato, en los últimos meses ha aumentado considerablemente el número de personas que recurren al teletrabajo, hasta situarse en un 34% del total de trabajadores en España según el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IvieLab). Pasamos, por lo tanto, más tiempo en nuestro hogar que nunca, con las ventajas e inconvenientes que ello conlleva. A los ya conocidos problemas de espacio o de compartimentar la vida profesional y la personal, hay otro no menos importante al que no le prestamos la atención que merece: la pureza del aire que respiramos.