Sorprende que en el país del águila haya llegado a presidente este hombre con aspecto de gorrión. Quizá se le ha escogido para que se mueva a ras de tierra, como si los votantes se hubieran dicho: “Dejemos las exhibiciones aéreas de carácter imaginario para el símbolo y que un marido del montón coloque los utensilios domésticos como se hallaban antes de que el tornado Trump pusiera la casa patas arriba. La idea del tornado, por cierto, nos trae a la memoria a Dorothy, la protagonista de El Mago de Oz, personaje a su vez del famoso cuento de L. Frank Baum que se manifiesta al principio como una gran cabeza flotante y terrorífica, envuelta en fuego y humo, detrás de la cual no hay más que un hombrecillo aficionado a la magia.