Gary Udhwani se mudó a Nueva Delhi en 2017 desde su Tenerife natal para recorrer el camino inverso al de su padre, un emigrante indio que llegó las islas en 1987 y, como tantos otros compatriotas, prosperó regentando una tienda de productos electrónicos. Udhwani había visitado como turista varias veces la ciudad más poblada de la India y la cuarta del planeta. Y aunque siempre se decía que “nunca podría vivir en medio de este caos”, la misión que tenía entre manos era lo suficientemente atractiva como para cambiar de continente. Este diplomado en Comercio, ahora de 29 años, y que ya había trabajado en el sector deportivo, se unía a la oficina que LaLiga acababa de abrir en India y engrosaba la cada vez más numerosa nómina de españoles que tanto dentro como fuera del terreno de juego han aterrizado en el segundo país más poblado del mundo para popularizar y profesionalizar el deporte rey.