El 30 de agosto de 1936 la fosa de Pico Reja, en el cementerio de San Fernando de Sevilla, se llenó de cuerpos de fusilados tras el alzamiento de las tropas de Franco
El 30 de agosto de 1936 la fosa de Pico Reja, en el cementerio de San Fernando de Sevilla, se llenó de cuerpos de fusilados tras el alzamiento de las tropas de Franco