Las dos últimas décadas han sido turbulentas para la industria de la aviación. Los ataques terroristas, el crack financiero de 2008, y esta especie de plaga neobíblica llamada covid-19, que reverbera los ecos transatlánticos de la Gran Depresión de 1929 o la hiperinflación en la época de la República de Weimar (1921-1923), han colocado al sector con vientos de cola en su rumbo hacia el futuro. Sin embargo, el virus pasará y el mundo seguirá rotando. El ser humano es una especie viajera. Estos días piensa cómo habitar Marte. Más cerca. En esta aldea de agua, tierra y aire, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas inglesas) prevé que en 2035 se duplicará la demanda mundial del tráfico de pasajeros. El hombre viajará de otra manera. Los paralelos y meridianos están surcados por la digitalización y la tecnología mejorará el vuelo.