La cuarta revolución industrial, también llamada Industria 4.0, no es un concepto nuevo. La confluencia de tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la robotización, la inteligencia artificial o el blockchain llevan tiempo marcando el rumbo hacia un cambio profundo en la forma de vida de las personas y en los modelos de gestión de las empresas. Los nuevos hábitos de consumo —consecuencia directa de la pandemia de la covid-19— han acelerado la necesidad de incorporar estas herramientas tecnológicas y así mejorar la efectividad de sectores como el logístico, convertido en un actor protagonista ante el extraordinario incremento en el último año del comercio electrónico. España fue el tercer mercado del mundo donde más creció la compra online en 2020 (36%), según un estudio de la agencia e-Marketer.