Durante el embarazo, es común sufrir dolores de espalda; sobre todo, según avanzan las semanas y aumenta el tamaño del vientre. Y es que las alteraciones hormonales propias de este estado conllevan, por ejemplo, que los ligamentos y articulaciones se vuelvan más móviles; algo adecuado para el momento del parto, pero que provoca que aumente la curvatura normal de la columna, el cambio de postura y la aparición del dolor. Y como las molestias surgen tanto durante el día como durante la noche, puede aparecer el insomnio. Por eso, una solución alternativa es comprar una almohada de embarazo.