El Pacto Verde Europeo, las normativas que urgen a descarbonizar todos los sectores y la esperada subasta que se celebró hace pocas semanas —con 2.034 megavatios de 3.000 para energía solar— han dado un empujón a la fotovoltaica. El concurso, que dispuso 66 lotes entre 27 empresas medianas y grandes, ha abierto la puerta a nuevos actores: desde empresas españolas que nacieron renovables, como Capital Energy X-Elio (las principales adjudicatarias), a tradicionales como Naturgy e Iberdrola, e incluso Acciona, habitualmente reacia a las subastas.