Son tiempos de pastiche, pero también son días fructíferos para la escena española. Días en los que hay auténticos arqueólogos musicales, pero también instigadores de visiones renovadas. Gente capacitada para mantener la tradición sonora y otorgarla un aire actual. Gente como Los Hermanos Cubero, que llevan desde hace una década alimentando un cancionero popular a base de actitud y tesón y vuelven a ser noticia por la publicación de dos discos casi simultáneos.