Desde que, en marzo de 2020, el teletrabajo se volvió una práctica común en casi todo el mundo, uno de los principales retos de esta modalidad laboral ha sido adaptar un espacio adecuado en casa para ello. Desde luego, hay que partir de una mesa y una silla ergonómicas, entre otros accesorios. Pero luego están los enemigos invisibles, como la luz azul de los monitores, que puede generar fatiga visual si no tenemos una iluminación adecuada para trabajar.