Que en un mercado tan globalizado como el actual una alerta por una subida de la inflación en Estados Unidos pueda tener repercusiones en el índice que determina el precio de las hipotecas en España no debería sorprender. Los expertos creen que es en los repuntes de los precios registrados del otro lado del charco donde estriba la razón principal por la que el euríbor se ha alejado en marzo, por segundo mes consecutivo, del mínimo histórico al que se desplomó en enero —ese -0,50 que muchos consideran su suelo natural— y ha alcanzado una media mensual del -0,487, a falta de los datos de este martes y miércoles. El índice, sin embargo, continuará a moverse en este mismo entorno en lo que queda de año, regalando así algo de alegría a los hipotecados, que verán menguar el coste de los préstamos variables cuya revisión toque ahora o en los próximos meses.