Desde el pasado mes de octubre, dos jóvenes hermanos, Sergio y Mario Tofé, regentan en solitario Éter, un restaurante con cuatro únicas mesas. Un local acogedor situado en el madrileño barrio de Legazpi. A sus dos menús, uno de ellos especialmente llamativo por su precio y contenido (30 euros, siete pases), suman una escueta carta que rota con frecuencia. Sergio, el cocinero, inició sus estudios en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo, pero atribuye su formación a su familia. “La mayor parte de mis conocimientos se los debo a mi padre. Años atrás, Éter era un restaurante francés donde mi madre se ocupaba de la sala”, cuenta. “A partir del pasado otoño iniciamos una nueva etapa con recetas personales”.