Un entrenador retornado a Guinea Bissau monta una escuela de fútbol para niños sin recursos. Un centenar acude cada día desde que abrió hace seis meses y ya sueña con ampliar a otras regiones porque “el talento puede estar en cualquier parte”
Un entrenador retornado a Guinea Bissau monta una escuela de fútbol para niños sin recursos. Un centenar acude cada día desde que abrió hace seis meses y ya sueña con ampliar a otras regiones porque “el talento puede estar en cualquier parte”