Durante las primeras semanas de la pandemia y particularmente durante el periodo de confinamiento domiciliario, no solo cambió la forma en que pagamos en España, sino que cambió prácticamente todo lo que antes de ese momento era cotidiano. Durante la desescalada y en los meses posteriores hasta cumplir algo más de un año de emergencia sanitaria, poco a poco fuimos recuperando algunos de los hábitos anteriores, muchos de en nuestra condición de consumidores y usuarios de servicios.