Recorrer las minas de la comarca onubense del Andévalo, entre la sierra de Aracena, la Tierra Llana de Huelva y la frontera con Portugal, es viajar muy lejos de la Andalucía tradicional. Sin presencia de castillos árabes o pueblos blancos, lo que ha moldeado aquí el paisaje es la minería, una decimonónica actividad que ha dejado como legado museos industriales, barrios de aire victoriano y, sobre todo, unos impresionantes cráteres que parecen descender al centro de la Tierra. Dicen que la NASA encontró en estas tierras un lugar idóneo para preparar la exploración de Marte. Solo hay que ver sus ríos teñidos de rojo para pensar que debe de ser cierto. En un lugar de apariencia tan extraña es donde curiosamente nació el fútbol español moderno: en 1878 se fundó el Río Tinto Foot–Ball Club, el primer club con vocación profesional, aunque el decano del fútbol en la zona sea el Recreativo de Huelva, fundado 12 años después.