La labor de los biólogos sanitarios en el tremendo esfuerzo multidisciplinar por controlar la expansión del coronavirus ha sido, desde un principio, esencial. Pero el desarrollo de las vacunas, la realización de pruebas diagnósticas o la labor de los equipos de investigación o de los especialistas en virología, en cuya dedicación han estado siempre presentes, es solo parte de un trabajo tan importante como poco reconocido, ya que su figura profesional continúa sin gozar en España de un reconocimiento legal específico. No ocurrió en 2003, cuando se aprobó la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, y aunque el Ministerio de Sanidad había anunciado por fin su regulación, el equipo ahora dirigido por Carolina Darias parece no considerarlo una prioridad.