Tras varios años de pugna judicial, una familia con cuatro hijos pequeños a la que doblaron el precio mensual de su casa acepta irse pese a no lograr encontrar un alquiler alternativo
Tras varios años de pugna judicial, una familia con cuatro hijos pequeños a la que doblaron el precio mensual de su casa acepta irse pese a no lograr encontrar un alquiler alternativo