A pesar de producir más alimentos que nunca antes y de que haya productos suficientes para una población muy superior a la actual, todavía hay más de 700 millones de personas que pasan hambre –y la pandemia podría incrementar esta cifra en otros 100 millones–. Hay 2.000 millones que sufren hambre oculta (deficiencias de micronutrientes) y más de 2.000 millones que sufren sobrepeso u obesidad, lo cual contribuye a la creciente incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación.