Las partidas inmortales del hispano-letón Alexéi Shírov (Riga, 1972) ya incluidas anteriormente en esta colección de vídeos denotan, sobre todo, dos características del Leonardo da Vinci del ajedrez: A) Una comprensión sumamente profunda de los entresijos de cada posición y sus hilos conductores; B) Una pulsión permanente para crear belleza, algo que para él es casi tan importante como la victoria deportiva. Esto último le lleva a grandes riesgos, a veces excesivos, y a sacrificios de material que no siempre tienen una justificación científica, como ya ocurría con otro inmortal genio letón, Mijaíl Tal.